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La verdadera adoración está centrada en Dios. La gente tiende a enfocarse solamente en el dónde deben adorar, qué música deben cantar en la adoración, y cómo luce la adoración a otras personas. Enfocarse en estas cosas hace que perdamos completamente lo esencial. Jesús nos dice que los verdaderos adoradores, adorarán a Dios en espíritu y en verdad (Juan 4:24). ¡Esto significa que adoramos con un corazón puro!
La adoración puede incluir la oración, el leer la Palabra de Dios con un corazón abierto, cantar, participar en la comunión, y servir a otros. No está limitada a una sola acción, pero se hace apropiadamente cuando el corazón y la actitud de la persona están en el lugar correcto.
"Mas la hora viene, y ahora es, cuando los verdaderos adoradores adorarán al Padre en espíritu y en verdad; porque también el Padre tales adoradores busca que le adoren" (Juan 4:23)